Fue en su día el hombre más gordo del mundo pero tras someterse a una operación dejó de serlo.
Sin embargo, Paul Manson, de 51 años, tiene ahora otro problema.
Tras perder 122 kilos, ahora tiene que volver a pasar por el quirófano para retirar toda la piel que ahora, obviamente, cuelga.

No hay comentarios:
Publicar un comentario