martes, 28 de mayo de 2013

Tres años de tabletas

Es algo que hace seis cosas mejor que el smartphoney que el ordenador portátil”. Así presentó Steve Jobs en enero de 2010 el iPad. “Navegar, enviar correos, distribuir fotos, oír música, ver películas y leer libros”.
Cuatro meses después, el 28 de mayo, el iPad llegó a España. Desde entonces muchas cosas han cambiado. El netbook, “lento y malo”, como pronosticó Jobs, ha desaparecido; los portátiles también han caído en ventas, los e-books languidecen, la industria del juego pierde pistón. Pero también aquel exclusivo iPad fue rápidamente replicado con cientos de modelos de decenas de marcas y precios.

De aquellos 599 euros que costaba la única y exclusiva tableta del momento (hoy, 499) se ha llegado a tabletas de menos de 60 euros, obviamente no con las mismas características técnicas ni con el mismo tamaño de tableta (en 2010 la pantalla tipo era de 9,7 pulgadas y hoy la mayoría gira en torno a las 8), pero habla de un impacto popular que ha superado al que tuvo en 2007 el smartphone iPhone.
Las tabletas incluyen un sistema de control parental que programa el tiempo de uso, autoriza las páginas que se pueden visitar o la descarga de aplicaciones. “En cada tableta se puede crear más de un usuario y cada uno con sus restricciones”, cuenta Canet. De esta manera, un niño de dos años y otro de 10 pueden utilizar el mismo aparato, pero cada cual con sus privilegios.
La influencia de las tabletas en este trienio va más allá de la tecnología y la comunicación. No es casualidad que su influjo coincida con el boom de los microrrelatos y de los cortometrajes y que desaparecida la carta en beneficio del correo electrónico, ahora caiga este a golpe de tuit. Dos factores principales han coincidido para que la tableta baje su precio a una décima parte (al margen de sus diferentes características): la reducción de la pantalla (de casi 10 a unas 7 pulgadas) y el software Android, un sistema operativo gratuito para los fabricantes, a cambio de incluir los servicios de su propietario, Google.

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