La Policía abrió varias vías de investigación, y una de ellas condujo a los agentes hasta una vivienda en el municipio murciano de Molina de Segura. Al llegar al lugar, la Policía Científica confirmó que ahí se había cometido un acto violento.
En base a estas pruebas, la Policía continúa con las líneas de investigación y procedió a la detención de una persona de nacionalidad española en Valencia.
La Policía averiguó que en una finca de la pedanía murciana de Alquerías podían encontrar más pruebas respecto a la investigación.
Bascuñana ha confirmado que este domingo, a las 22.00 horas, aparecieron "datos y restos" que indican que puede haber en la finca "algún tipo de prueba más", y dan a entender a los investigadores que, efectivamente, pueden estar "sobre una pista certera".
Los agentes excavaron la tierra y las primeras pruebas aparecen a 50 centímetros de profundidad. Más tarde, y a más profundidad, aparecen los restos de dos personas que, según certificaron los investigadores, correspondían a un hombre y a una mujer.
Los cadáveres de Ingrid y su marido fueron descuartizados antes de transportarlos hasta esa finca de Alquerías. Fue en un piso de Molina de Segura donde los mataron a golpes. Los miembros de la organización limpiaron luego el piso pero la policía encontró restos de sangre.
Murieron por efecto de una violencia "importante", pero se desconoce todavía cómo fueron asesinados, a la espera de los informes forenses, que todavía no han confirmado la identidad de los restos mortales.
La policía sospecha que la cita era una tapadera y que la pareja, en realidad, viajó a Murcia para resolver otro tipo de negocios. Y ha realizado una inspección ocular dentro de la vivienda de la finca. Supuestamente el dueño no sabía del macabro hallazgo en su huerto.
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