Por si la muralla acumulaba pocas pérdidas y desgracias, ayer se conoció una nueva. De momento no hay novedad del lado del Vergel y Aduana Vieja, donde a finales de marzo se produjo el estrago principal.
Lo malo es que ahora el monumento amenaza con caerse hacia Puertas de Pro. Así que hay que desmocharlo por esta parte en la que se trabaja para demoler los números 36 y 38. Fue durante estas operaciones cuando se detectaron los problemas, con nuevos desprendimientos al parecer de escasa magnitud.
Pero existe el "riesgo" de que se hunda el lienzo, señaló el primer teniente de alcalde, Luis Rey. La solución, desmontar una parte por lo que pudiera suceder. La Comisión de Patrimonio se reunió el martes con carácter urgente y autorizó la tarea. Los materiales se retirarán en la zona del bajocubierta de los dos inmuebles (unos quince metros de longitud).
La parte afectada del muro tiene unos dos metros de altura, con un grosor de entre cinco y siete metros, en función de la zona
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