jueves, 25 de abril de 2013

Borussia 4 - 1 Real Madrid

                                         Lewandowski obliga a un milagro
El delantero polaco fue una pesadilla para el Madrid y marcó los cuatro goles. Los de Mou se durmieron con el empate de Cristiano y ahora necesitan otra remontada histórica.
 
La debacle del Barcelona fue un aviso, aunque no lo supimos ver. Imaginamos que el Borussia era distinto cuando probablemente sea hasta mejor. Sin duda, peor para el Madrid.Cuando el Madrid creía sofocado el fuego, llegó el gol. Götze centró desde la izquierda en dirección al segundo palo y Lewandowski, más rápido que Pepe, remató con los tacos de la bota diestra. No habían transcurrido ocho minutos. Alemania en estado puro.
La primera sorpresa se registró entonces. El Borussia no se lanzó a por la yugular de su enemigo. No era ese su plan. Sólo tenía prisa para marcar el primer gol. Lo mismo que hubiera hecho Mourinho en situación parecida: marcar y guarecerse en busca de un contragolpe. No dejar de correr, pero no dejar de pensar.
El Madrid se sintió bastante confuso, quizá porque se reconoció en el espejo. Si aceptó el balón es porque no le quedaba otra y casi siempre lo manejó como una bomba a punto de estallar. El Borussia cerraba los pasillos y presionaba en ventaja, con mayoría de efectivos, reproduciéndose por esporas.
Mucho tendrán que cambiar los blancos, incapaces de ganar al equipo alemán en toda la temporada. Cayeron en la fase de grupos en Dortmund (2-1) y empataron de milagro en el Bernabéu (2-2).El Madrid defraudó en este tercer asalto de semifinales, confirmando que en Europa no se gana con la gorra, como en la Liga. Al igual que el Barcelona un día antes, han comprobado que la realidad es bien distinta.

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