Al tijeretazo asestado a los grupos de acción local, a los acusados descensos presupuestarios en las cuentas estatales y regionales, a la aminoración de líneas de ayuda y a la caída de la inversión pública se suma la inmovilidad de una veintena de proyectos de envergadura que agravan aún más la situación de crisis por la que atraviesa la provincia.
Poco o nada prolífico fue el año 2012 para una serie de obras de relieve que después de ser prometidas, anunciadas o iniciadas continúan pendientes de culminarse. Unas por ser de momento una mera promesa electoral, otras por acumular varios ejercicios paralizadas, algunas por no disponer de dotación presupuestaria y las menos por estar concluidas pero sin capacidad para ponerlas en marcha. En definitiva, 690 millones de euros de inversión que a día de hoy se encuentran en el aire.
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