A Ronaldo se le acusó durante bastante tiempo de arrugarse en el Camp Nou. Con el United falló un penalti en la ida de semifinales de la Champions 2007-08 y el año siguiente, ya con el Madrid, se quedó en blanco en los dos duelos de Liga (1-0 y 0-2 para los azulgranas). Mientras, Leo Messi seguía engordando sus datos ante los blancos, ante los que debutó en 2004. Hasta el punto de que, antes del reciente cruce copero, estaba a tan sólo un gol de igualar a Di Stéfano como máximo goleador en la historia de los Madrid-Barça. La Saeta logró 18 tantos, y Messi suma 17.

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