La joven de 24 años fue trasladada al hospital tras desmayarse por intoxicación etílica, cuando intentaba comprar más licor en una botillería en la ciudad de Tomaszow, pese a su avanzado embarazo.
Allí debieron realizarle una cesárea de emergencia, ya que el bebé corría el riesgo de morir envenenado por el excesivo consumo etílico de su madre.
“Cuando nació su corazón apenas latía y tenía 4,5 gramos del alcohol en la sangre”, señaló Wojciech Zawalski, vocero del hospital.
Según indica el Daily Mirror, el límite legal para los conductores en Polonia es de 0,2 gramos, por lo que el pequeño nació con 23 veces el límite de la alcoholemia.
El lactante se encuentra en Cuidados Intensivos, mientras la policía comenzó una investigación contra la mujer con la posibilidad de que se le imputen cargos por poner el riego la vida de un niño no nacido.
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