Según ha explicado Tito en una rueda de prensa celebrada en Washington, la misión partiría de la Tierra el 5 de enero de 2018 y llegaría a Marte el 20 de agosto de ese mismo año. El regreso está programado para el 21 de mayo de 2019.
La tripulación estaría compuesta de un hombre y una mujer, preferiblemente un matrimonio, que no llegarían a aterrizar en la superficie de Marte, sino que se aproximarían a una distancia de unos pocos cientos de kilómetros de planeta rojo (más o menos la misma distancia que existe entre la Estación Espacial Internacional y la Tierra).
Tito cree que para resistir la soledad y la sensación de aislamiento que inevitablemente puede provocar una misión de estas características, lo ideal sería que los tripulantes seleccionados fueran una pareja casada.
"Cuando estás tan lejos y la Tierra no es más que un pequeño punto azul, vas a necesitar a alguien a quien poder abrazar", explicó Tito, en declaraciones a la web Space.com. "¿Qué mejor solución para los problemas psicológicos a los que te vas a enfrentar en una situación de aislamiento?"
Con la que sería la primera misión privada a Marte, Tito aprovechará su experiencia en la NASA, cuando trabajó en el equipo que envió las naves Mariner 4 y 9 a sobrevolar el planeta rojo en los años 60 y 70. De hecho, Mariner 4 fue el primer sobrevuelo con éxito a Marte en 1965, emitiendo las primeras imágenes de otro planeta desde el espacio profundo.
Si Tito consiguiera su objetivo, se adelantaría en más de una década a los planes la NASA, cuyo objetivo es lanzar la primera misión tripulada a Marte a partir de 2030.
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